Catedral de Turín: También conocida como “Il Duomo di Torino”, data del año 1491 y se sitúa en el centro histórico. Es la única iglesia de estilo renacentista de la ciudad. En ella, dentro de la Capilla Real, de estilo barroco, se encuentra custodiada la Sábana Santa o Sudario de Turín, objeto histórico de gran atractivo que despierta la curiosidad de todo el que la consigue visitar. La Catedral de Turín, también conocida como “II Duomo di Torino” es la única iglesia de estilo renacentista de la ciudad
Plaza Castello: El corazón del centro histórico de Turín, en ella se encuentran dos de los edificios más emblemáticos de la ciudad: el Palacio Real y el Palacio Madama. Hasta el año 2000 esta plaza no era peatonal y era transitada por turismos y el propio tranvía.
Palacio Real de Turín: Fue declarado, junto a las otras Residencias Reales, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997 y es la más importante de las residencias de la Casa Real de Saboya. En su interior, alberga una gran cantidad de colecciones artísticas que no te dejarán indiferente.
Palacio Madama: Con dos mil años de historia y ubicado en la Plaza Castello, este palacio, que fue declarado también Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es un edifico repleto de historia. A lo largo de los años, ha acogido diferentes usos, desde casa real, uso pontificio y religioso, al actual como sede del Museo Municipal de Arte Antiguo.
Plaza Vittorio Veneto: Una de las zonas más animadas de Turín. En ella se celebran fiestas y encuentros entre los visitantes y autóctonos de la ciudad. A pesar de ser un lugar de celebración, durante el fascismo, este emblemático espacio se usó para reuniones militares y eventos oficiales.
Plaza Carlo Alberto - Palacio Carignano: Este palacio, ejemplo de arquitectura barroca piamontesa, es otro de los edificios emblemáticos de Turín, reconocido como una de las residencias de la Casa Real de Saboya y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se encuentra situado en una de las plazas más céntricas de la ciudad y en su interior alberga el Museo Nacional del Risorgimiento.
Puente Vittorio Emanuele I: Otra de las construcciones emblemáticas de la ciudad de Torino. Este puente, el primero de piedra de la ciudad, fue encargo de Napoleón Bonaparte. Es de obligación dar un paseo por él durante la puesta de sol para disfrutar de las magníficas vistas que este puede ofrecerte.
Galleria Subalpina: Es uno de los edificios históricos de la ciudad que se encuentra repleta de locales comerciales. El estilo arquitectónico de la galería está inspirado en el parisino, destinado al ocio burgués, y en ocasiones ha sido escenario para la grabación de escenas de algunas películas como “4 moscas de terciopelo gris” o “El trabajo italiano”.
Plaza San Carlo: Es una de las plazas más importantes y amplias de Turín, en ella se han celebrado y se celebran gran cantidad de acontecimientos históricos, así como eventos sociales y celebraciones de triunfos deportivos. Hay que destacar que no fue hasta el año 2006, con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Turín, cuando se remodeló la plaza convirtiéndola en peatonal.
El Rio Po: Con nacimiento en los Alpes y desembocadura cercana al sur de Venecia, este río con nombre tan peculiar atraviesa la ciudad de Turín, dotándola de un mayor atractivo. Es considerado el río italiano más importante, y no en vano ya que, debido a su ubicación, su alrededor ha sido escenario de numerosos acontecimientos históricos, sociales y económicos.