Visitar el Jardín de Antonio Borges: Uno de los mayores espacios verdes de la ciudad. Hoy en día es un parque municipal pero antiguamente pertenecía a Antonio Borges, negociante y político anzoriano muy interesado en botánica y en la inserción de nueva especies.
Observar cetáceos: Diversas clases de ballenas y otros cetáceos escogen las Azores como hábitat. Podrás dar un paseo en barco por la costa de São Miguel y avistar a estos grandes mamíferos.
Ananas dos Açores: Uno de los manjares de la gastronomía de São Miguel son las piñas, con un sabor dulce y textura suave. Son las únicas que se cultivan bajo invernadero y para entender más sobre todo lo relacionado con su cultivo podrás realizar una visita gratuita a esta maravillosa finca.
Cala termal de Ponta da Ferraria: En esta piscina natural de agua termal, gracias a la corriente subterránea que desagua allí, la temperatura del océano asciende hasta los 28 grados.
Portas da Cidade: También conocida como la puerta de tres arcos, Portas da Cidade presiden la plaza del ayuntamiento. Con sus tres imponentes arcos construidos en el siglo XVIII, representan la entrada principal de la ciudad.
Igreja do Santo Cristo: La Iglesia de Santo Cristo fue construida en el siglo XVI. En su interior destacan los altares en talla dorada y una bonita colección de imágenes.
Gruta do Carvão: La riqueza natural de la gruta reside en la gran variedad de aspectos geológicos, estructuras y fenómenos típicos del vulcanismo. Es el caso de estructuras conocidas como burbujas de gas que corresponden a sectores de la pared de la gruta que reventaron bajo la acción de gases acumulados, o la presencia de fisuras en las paredes y techo, resultantes del enfriamiento de la lengua de lava. En el techo se pueden observar numerosas estalactitas.