Plaza del Capitolio: No podíamos comenzar de otra forma mejor que hablando de la plaza en la que se encuentra el edificio más conocido de la ciudad y sede del ayuntamiento, el Capitolio. Esta plaza se conoce como el centro histórico de la ciudad y es considerada el lugar de cita de todos los tolosanos. En esta plaza, la tradición y la historia se citan a diario con el ambiente más moderno y actual.
Basílica de San Sernín: El edificio románico más grande de Francia e inscrito por la UNESCO como Patrimonio Mundial. Esta majestuosa y lu-minosa basílica se ha convertido en una de las paradas primordiales del Camino de Santiago. Convento de los Jacobinos Esta joya del gótico meridional fue el antiguo convento de los dominicos y data del siglo XIII. Cada uno de sus metros cuadrados es un remanso de paz y serenidad, pero lo más llamativo es su bóveda con forma de palmera.
Catedral de Saint- Etienne o catedral de Toulouse: Una fusión de estilos arquitectónicos hace imposible definirla, se desconoce su origen, aunque los primeros datos que se tienen de ella datan del 1071. Cuenta con un rosetón inspirado en la Catedral de Notre Dame de París y un órgano musical colgado en la pared que merece la pena ver.
Iglesia de Notre Dame du Taur: Vinculada al martirio de Saint-Sernin, primer obispo de la ciudad, atado a un toro y arrastrado por la Vía Roma. La iglesia, según la leyenda, está colocada donde el cuerpo del mártir se separó del toro. La historia del martirio se ve plasmada en el gran fresco dorado que está encima del altar mayor.
Puente Nuevo (Pont Neuf): Uno de los puentes más antiguos que atraviesa el río Garona y es, junto al Capitolio, una de las imágenes más representativas de Toulouse. Fue clasificado como monumento histórico de Francia en 1991.
Palacete de Assézat: Próxima al Pont Neuf se encuentra esta joya renacentista declarada también monumento histórico en 1914.
Convento de las Carmelitas (Chapelle des Carmélites): Considerada por muchos la Capilla Sixtina francesa y una obra maestra de la pintura de Toulouse. A pesar de encontrarse en una pequeña calle, el resultado es majestuoso.
Torre del Agua: A la orilla del río Garona y sin cumplir ya con su labor primordial de abastecer de agua a más de 90 fuentes, esta insólita construcción sigue siendo uno de los principales atractivos de la ciudad. Ahora es una galería de arte que alberga obras de más de 400 artistas, entre las que podemos encontrar puntualmente obras como las del conocido fotógrafo francés Robert Doisneau.
Basílica de Notre-Dame de la Daurada de Toulouse: Su nombre se debe a la decoración interior formada por mosaicos hechos con panes de oro. Fue construida en el siglo V sobre las ruinas de un templo y en su interior alberga a la patrona de la ciudad.
Puente de Saint Pierre: Este puente construido sobre el río Garona tiene más de 240 metros de largo y 13,2 de ancho. Sirve como unión de la plaza de Saint-Pierre y el hospital de la Grave de la ciudad.